jueves, 19 de junio de 2008

Los matrimonios de mis ex novias

Ya es oficial. Hoy la totalidad de mis ex novias ya han pasado (al menos una vez) por el altar. Y ya que estamos en estas, incluso las dos “tragas” no correspondidas que me atormentaron durante años también ya están casadas, varias de ellas ya con hijos. Y por alguna razón, creo que eso es motivo más que suficiente para reflexionar al respecto.
          Puedo decir que todavía mantengo una buena relación de amistad con todas menos una. Aclaro que esta última se fue a vivir a otra ciudad porque el marido trabaja allá, no porque haya salido huyendo de mí (de hecho, todavía aspiro a encontrármela algún día en Facebook). Y adelantándome a los comentarios de los malpensados, tampoco hay ninguna prohibición judicial en mi contra para acercarme a menos de 50 metros de alguna de ellas.
          Sin embargo, me pone a pensar que últimamente ya no me invitan a sus matrimonios. Dejo en claro que aunque usualmente me hago el loco en la lluvia de regalos, mi presencia en eventos similares ha sido todo un éxito (hasta me he ganado la liga de la novia en dos ocasiones). Es más, el último matrimonio al que asistí fue el de una pareja de muy buenos amigos, y soy tan buen invitado que aunque ir me implicó perder la única oportunidad de verme en el Petronio con una nena que me encantaba (que nunca más volví a ver) y quemar el as ganador de dar como regalo de bodas una suscripción a El Clavo (pero quedé como un príncipe, ¿cierto Yeinerzinho?), ahí estuve. Cámara en mano, peinado reluciente y zapatos de castigar baldosa. De lo que se han perdido. Más bien estoy por creer que, por allá en el fondo de su inconsciente, les aterraba que me diera por levantar la mano cuando el cura preguntara si alguien objetaba la unión (en la parte del “que hable ahora o calle para siempre”). Qué falta de confianza. La sola mirada asesina de las mamás de los novios hubiera sido más que suficiente razón para amedrentarme.
          No, mentiras. Una hipótesis más razonable es que los novios prefieren invitar a los papás (porque son los que pagan), a la familia cercana (bueno, los 100 más cercanos porque toca) y a los amigos de la pareja. Como las parejas casadas suelen tener vida social es con otras parejas casadas, pues obviamente yo quedo automáticamente por fuera del parche, más o menos como se vería Gárgamel en la aldea de los Pitufos o Gustavo Petro en una convención uribista.
         Pero bueno, a lo que quería llegar es que me alegra mucho saber que mis ex novias se casan. Con todas ellas fui muy afortunado, porque en su momento cada relación fue muy importante para ayudarme a ser mejor persona. Por eso, me gustaría conservar esos buenos recuerdos para siempre. Dicen los budistas que no hay mejor forma de evitar que una gota de agua se evapore que arrojándola al mar, y de manera similar creo que a las buenas experiencias vividas con ellas, ahora les corresponde hacer parte de una nueva dinámica, en una nueva etapa de la vida.
          ¡Felicidades!

11 comentarios:

El Marqués de Carabás dijo...

Para que a uno lo inviten a una fiesta o celebración, de cualquier tipo, se necesita merecérselo.

En casos de matrimonio, si a uno lo han "vendido" con una mala fama, difícilmente el nuevo esposo lo invitará a uno. Solidaridad, que llaman.

Y si la ex-novia lo "vendió" a uno como un buen ex, pues, más difícilmente el nuevo esposo lo invitará a uno. Celos, que llaman.

Personalmente, preferiría no ir así me inviten por cualquier razón. Tenaz decirse a uno mismo en medio de la ceremonia, "pudo ser", pero ya no lo es.

Pero bueno, para eso están también las separaciones, sin necesidad de deseársela a nadie, sino agazaparse a esperar la futura papaya.

Johanna Perez Vasquez dijo...

Este artículo estuvo como alguna vez me diría un lector, muy a lo chimoltrufia, así como digo una cosa digo otra jejejeje, pero se notó el esfuerzo por reflexionar.
Al comienzo hay una parte medio rara porque dice que varias de las dos tragas, o sea ¿de qué número estamos hablando? ¿el dos era un eufemismo? y me vengo a enterar acá lo de la nena que tocó dejar de ver por ir al matri, creo saber quién es y creo que fue mejor así.
Ahora creo que los budistas tienen razón, así como una forma linda de decir las cosas. Es bonito recordar y que nos recuerden como escalones en el camino a ser mejores seres humanos.

Ponette dijo...

Aunque me encanto esta frase budista que enuncias “no hay mejor forma de evitar que una gota de agua se evapore que arrojándola al mar” me cuesta imaginármela en positivo al lado de la temática de los matrimonios de mis ex.

Realmente no se como haces para ser tan comprensivo… y hasta para hacerme reír con el la paradoja de tantos momentos compartidos y no invitan!! de nuevo reconozco mi alto grado de egoísmo y deseos de venganza.

Solo hay 2 de ellos a los que les deseo la mejor de las felicidades pero realmente a los otros 2 no existe el más mínimo deseo que pueda expresar sin ser censurada y hasta acusada de intento de homicidio.

Si aunque me cueste aceptarlo aprovechare el anonimato de ser reconocida solo por 2 personas de mucha confianza para gritar a los cuatro vientos de manera escrita que no existe el más mínimo deseo de felicidad para ellos de mi parte y que no digo lo que les deseo por que me da pena conmigo misma de sentir tan bajos instintos y tan sangrientos deseos.

Volviendo a la frase para sacarle provecho a esta exorcizada puedo decir que hoy y cuando se acerque esa fecha que espero olvidar…. Del uno, y la del día del otro que no se si se case o no. Enviaré todas las lagrimas que derrame algún día al mar para que se unan a esa sal y solo quede en mi, gotas de agua dulce que me producen la tranquilidad y la paz que siento de haberme liberado de ese INRI de que llevaba en la frente de sentir amor solo por el.

Ya tengo vía libre para amar y vivir… nunca es tarde.

Anónimo dijo...

me encanta la manera como pones quejas de niño chiquito muy bien camufladas en un análisis profundo y eso si, usando como muchos de nosotros la escritura para aparecer como un tercero, sin implicarse demasiado así se hable en primera persona...es una reflexión interesante de todos modos, como lo es todo aquello que nos permite mirar hacia atrás y vernos a la luz de la historicidad (a pesar de que muchas de las cosas que nos contamos de nosotros mismos sean ficción), quedan buenos recuerdos de aquellos que alguna vez caminaron con nosotros de la mano, y malos recuerdos que también nos ayudan a mirar ahora la vida y las relaciones de una manera distinta, tal vez no mejor, pero sí distinta.

Unknown dijo...

CELEBRA que estas soltero que puedes llegar sin mirar el reloj, que comes y durmes con quien quieres y a la horas que deseas, si es rico estar con alguien que amos (aun que yo no crea en el amor, pero esto es harina de otro costal), llora por tus ex porque nunca mas podran ser libres, lo unico que se podria es extrañar de una boda sera la comida y tirar con la hermana de tu ex o con la dama de compañia. mejores fiestas vas asistir, ademas ya veas cuando tu ex te empiezen a llamar porq el matri no les va bien o que se quieran hechar una canita al aire =P

Anónimo dijo...

SOBRE EL TEMA DEL MATRIMONIO DE TUS EXNOVIAS, O ESTAS CON UNA ENVIDIA TENAZ, O TENES BUENA MANO Y DEBERIAS FUNDAR UN INSTITUTO DE FORMACION PARA FUTURAS CASADAS. O TE SENTIS QUEDADITO JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA.

DE TODAS MANERAS EL MATRI NO ES TAN BUENO COMO LO PINTAN, ES UNA EMPRESA DONDE TODOS LOS DIAS HAY QUE HACER CONVENIOS Y PUEDE SER A RATOS MUY DESGASTANTE.

Anónimo dijo...

Me pusiste a reflexionar si invitar a mis ex a mi matri, pero no, ni riesgos. Cómo se te ocurre pensarlo. Lo pasado pasado. Con razón no te han incluido en la lista de invitados.

La foto muy graciosa.

Deliciosa lectura. Me divertí leyendote.


Un abrazo desde mi alma, aún con la sensibilidad a flor de piel por la partida terrenal de mi padre!

Anónimo dijo...

yo creo q ahora tus amigas solteronas te van a buscar para ver si encuentran marido jajaja
yo ya probe de eso y no lo vuelvo a probar......... no me gusto...
me encanta la solteria jijiji

Susana dijo...

yo me llevo tan bien con mis ex que hasta los invitaria pero no creo que mi novio actual le guste la idea...

Julie dijo...

Pero tumercé es que no sabes que eso de "hable ahora o calle para siempre" es una leyenda urbana de telenovela? Yo jamás lo he oído en la vida real. Y más de uno podrá confesar que ha puesto atención a todo lo que el padre dice en una boda, con el solo objetivo de oír el pedacito... para descubir que no existe.

Sobre la gota de agua, te invito a que leas esto de mi propia cosecha: http://juliejolie.net/?p=538

Andrés Meza Escallón dijo...

Julie: efectivamente, yo que ya he tenido mi cuota de matrimonios ajenos, he comprobado que la frase "hable ahora o calle para siempre" no la usan. De pronto lo hacían los gringos en el siglo pasado y la tradición quedó entre los guionistas como un recurso dramático...