Creo no estarle dañando el final de la película a nadie si digo que Cali es un pueblo chiquito donde todo se acaba sabiendo. Y no es que eso me represente un problema porque tenga mucho que ocultar o que me asuste la idea de ser pillado con las manos en la masa: personalmente he intentado vivir de tal forma que, si después tuviera que rendir cuenta pública de lo que hecho, no tenga de qué avergonzarme. De hecho, muchas cosas de las que hago me darían pena si se supieran (como por qué me demoro tanto en levantarme en las mañanas), pero no me darían vergüenza.
Sin embargo, no deja de sorprenderme cómo acabo conociendo gente nueva que de una u otra forma tiene relación con mi pasado. O en otras ocasiones, personas que conocí en círculos diferentes y por razones completamente distintas, resultaban habiendo tenido alguna clase de relación con anterioridad. Por ejemplo, alguien que conocí "por casualidad" y con quien mantuve contacto de milagro porque ahora vive en Europa, resultó que conocía a mi ex-novia desde que estaban en el colegio.
Pero definitivamente lo que me pasó la semana pasada se lleva por delante a todos los ejemplos que hubiera podido citar hasta ese momento. Una amiga misteriosa que aún me desconcierta y que conocí de la forma menos pensada, me preguntó hace pocos días si yo había escrito un poema llamado Retrato. No recordaba haberlo hecho, por lo que empecé a especular que podría tratarse del "otro" Andrés Meza, el poeta costarricense que todavía me supera en el afecto de Google. Sin embargo, cuando ella me mostró el texto del poema que había bajado de Internet hacía varios años (mucho antes de conocernos) tuve que reconocer que, en efecto, era mío.
Aclaremos algo. Escribir poesía es una de esas cosas de las que no me avergüenzo, pero que definitivamente sí me da pena hacer públicas porque nunca fui muy bueno. Aun así pienso que el olvido, más que un esfuerzo intencional, se debe más a una trampa de mi inconsciente: cuando escribí el poema era particularmente vulnerable emocionalmente y el texto es fiel reflejo de lo que sentía en ese momento. Definitivamente se trata de una etapa de mi vida que ya creía superada.
Nada más lejos de la realidad. Conversando con un par de amigos al calor de un café en Unicentro, me di cuenta de que los tres nos encontramos de nuevo en una situación de especial vulnerabilidad. Al igual que cuando escribí Retrato, los tres estamos ilusionándonos con alguien en medio de la mayor incertidumbre: no saber siquiera si la atracción es correspondida.
¿Qué pasará ahora? Ni siquiera el Tarot de Gaceta lo sugiere. Pero puedo estar seguro de que lo que he hecho en el pasado vuelve para mirarme a los ojos y en un universo con aires de pueblo chiquito donde todo se acaba sabiendo, ser fiel a lo que siento y a mi búsqueda personal es la mejor forma de poder ver a los ojos a los demás cuando en el futuro me los vuelva a encontrar.
RETRATO
Quise pedirte un retrato tuyo,
porque pensé en soñar
con la serena calma
de las lagunas de tus ojos;
porque pensé en deleitarme
acariciando con la mirada
la azabache sensualidad
de tu cabello suelto;
y porque pensé en derretirme
frente a tus labios,
como siempre me pasa
cuando veo tu sonrisa.
Pero después decidí no pedirte ningún retrato
porque no podría soportar la idea
de verte cada día
y no poder estar a tu lado.
Andrés Meza Escallón
10 comentarios:
Andres yo creo que son señales....
el pasado no regresa sin una razón. Por qué no le preguntas por qué??
Que el pasado regrese no es el problema -porque es simplemente historia y no existe-; el verdadero problema es que re-encontremos en el presente, lo que el pasado no enseñó y que definitivamente vuelve para cumplir su ciclo, haciendo estragos en lo que ya habíamos superado.
Y, si son señales (como sugiere La Chiqui), me pregunto como preguntarle a la vida el por qué. Eso sí que está más difícil que reconocer -una situación compartida-, de estar ilusionados con alguien en medio de la mayor incertidumbre...
A la vida no se le pregunta, se ruega por una respuesta. La razón de los reencuentros casi siempre es la misma: ver como vamos con la tarea que nos encomendaron la primera vez.
Esa es la pregunta Andrés, dices que "Retrato" es de una época donde estabas vulnerable. ¿Cómo manejaste eso en su momento? ¿Será que estás vulnerable y no lo has visto (aceptado)? ¿O qué no estás manejándolo bien?
Cuestionarse. Pienso en César y su última cabezada.
Narrador: era una mujer atrapada por su pasado.
Mujer: ¡Suéltame pasado!
Les Luthiers, "La Tanda"
Hermano conoci una vieja hace 5 años y le tiraba y le tiraba pero no me hizo caso nunca por "perro", a mi me encantaba de verdad. Paso el tiempo y no supe nada mas de ella, hasta que me la encontre en un grado hace 6 meses y hoy es mi novia (5 meses),La adoro y estoy muy contento. Solo te digo que la vida y el destino saben como juegan. Un abrazo
Bueno, bienvenido al Eterno Retorno, que aunque tal vez no deja de ser una idea alocada de Nietzsche, creo que tiene algo de cierto. Es inevitable comentar sobre el pasado, un tema con el que últimamente me he obsesionado. Tal vez sí son señales como dice Andre; de pronto no has cerrado un ciclo que pensaste había terminado para siempre.Pensa qué puede ser,a lo mejor estás así de vulnerable como cuando escribiste ese poema y todo se repitió de alguna forma. Mejor dicho, echale cabeza.
Patrones de comportamiento. No somos tan libres como creemos serlo. Lo cagada es que, por lo menos en mi caso, cuando se me presenta una situación que ya habia sorteado antes me va peor. Conclusión: No aprendo y peor aun, olvido!!!
Arriesgandome a ser cliché, la historia sí es cíclica pero las cosas vuelven con diferente intensidad y en etapas donde se es completamente otra persona y no es que ahora aparezcan señales, es que siempre estuvieron ahí pero no te las pillaste. Ahora por lo menos te podes dar cuenta de que algo pasa, algo más allá. Depronto despues la vida te gritará la respuesta sin necesidad de rogarle.
Simplemente entenderás.
....creo
Quizás no son señales, o de pronto si lo son, lo importante es que no busques con tanta insistencia respuestas que conoces desde antes, tan sólo aprovecha la situación para crecer aún más como persona y aprende de esta casualidad, destino o lo que pueda ser, de esta manera todo podrá tener sentido. Y si, el pasado nos persigue... Nos persigue mientras lo recordemos, nos persigue mientras pretendamos volver atrás y nos seguirá persiguiendo mientras sigamos buscando respuestas que tal vez no existen.
?El pasado es arcilla que el presente labra a su antojo?
?El olvido es la única venganza y el único perdón?
Con el respeto de todos, pero esto ya se está saliendo de cualquier expectativa. ¡Qué vivan los blogs!
Meza, ¿eso te sucedió hace 7 años? Hermano, comparto lo de Daniel, la vida es un espiral, repite lo que se nos ha quedado y no le hemos dado solución, por eso tenemos 7 oportunidades, si no, volvemos a nacer. El amor puede ser un distractor, pero también la razón de nuestro ser si se trata de aceptación, ya que este es un espejo con el cual nos reflejamos y tratamos de cambiar la imagen que este nos proyecta.
Ánimo Meza, yo te admiro en muchas cosas, en otras no (tu pelo)... pero solo en eso no. Dale Marica, no te vas a quedar... la vida no anda al paso del más lento, simplemente plantea un ritmo al cual casi ninguno podemos andar. Hay que compararse con los grandes, con los que hacen historia.
Por último, me gustó tu poema y me gustaron los comentarios de este blog, especialmente los de ?Anonymous?. Lástima? bueno. Los espero luego en CABEZADAS, algo sucederá hoy.
¿Qué es lo interesante para ti de tal "coincidencia"?: ¿que alguien en siete años te recuerde una poesía ya olvidada o que sea precisamente "ese alguien" el que la descubra y hoy mismo merece que se la dediques? Depende de lo que quieras ver... porque finalmente las cosas son como son, fueron y serán.
Muchachos:
No dejen a la deriva los fantasmas del pasado. Concluyan las etapas.
En caso contrario éstos los perseguirán por el resto de sus vidas.
Hermosa poesía Andrés...
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