sábado, 8 de septiembre de 2007

El temido Día del Amor y la Amistad

Una vez más, se acerca el Día del Amor y la Amistad , fecha temida y esperada con angustia por todos los hombres que no sean joyeros, floristas o dueños de restaurantes en todos los estratos socioeconómicos. Para completar, tal vez ninguna mujer vaya a permitir que su novio / marido / arrejunte pase de agache en semejante ocasión porque muy seguramente ya le compraron el detallito que obliga. La vaina es que seguramente no se van a conformar con un "detallito": en su interior, ellas sinceramente creen que los hombres estamos esperando con ansia esta oportunidad perfecta para "lucirnos" porque el resto del año nos da penita y necesitamos el empujón de una ocasión artificial para tomar la iniciativa (o algo por el estilo).
          Posiblemente los que no tengan novia crean que están a salvo, pero no es así. Al menos los gringos tuvieron la sensatez de dejar claro que el "Valentine's Day" es exclusivamente cosa de novios, pero el entusiasta espíritu emprendedor de los comerciantes colombianos acabó de jodernos a todos. Por eso el Día de Amor y Amistad ni los solteros podrán estar tranquilos, ya que sus amigas se encargarán de cazarlos hasta en los más inéditos escondites, cual protagonista de El Planeta de los Simios. Aunque pensándolo bien, de todos modos no es que tuviéramos muchas opciones, porque a menos que estemos con la respectiva hembrita, lo más probable es que estemos huyendo de las miles, millones, millardos de "cuchurrumines" que inundan los cines, restaurantes, parques y centros comerciales. Es que no hay nada para restregarle en la cara la propia soledad como un montón de parejas melosas armadas de rosas, osos de peluche o, en su defecto, bomba metálica con rosa y oso de peluche estampados en su superficie.
          Precisamente con el ánimo de huir de los gastos antes, durante y después del Día del Amor y la Amistad , no falta el vivo-bobo que le termina a la novia con cualquier excusa pendeja una semana antes de la fecha, con el plan de reconciliarse justo unos días después. Sin embargo, lo más probable es que al idiota de turno le salga más cara la reconciliada que lo que se ahorró huyendo de sus "deberes" conyugales. Así que dejémonos de bobadas. El que tenga novia, que asuma las consecuencias de sus actos valientemente como los espartanos de 300 y enfrente al enemigo: el miedo a dejar salir al cursi que todos llevamos por dentro.
          Y claro, para todas las víctimas secundarias de este nefasto día, lo mejor es que actuemos como si sobre la ciudad hubiera caído una apocalíptica epidemia que convierte a sus habitantes en zombis hambrientos. Propongo buscar a las amigas y amigos desparchados, encerrarse durante las siguientes 32 horas y repetir Love actually 16 veces. El plan: servir de hombro sobre el cual puedan mutuamente llorar esa tusa inconclusa y quedar listicos para comportarse el próximo año como un zombi más.

3 comentarios:

Johanna Pérez Vásquez dijo...

Ahora a aplicar lo que predicas en el último párrafo para que quedes listico para el próximo año, no importa cuántas películas o cuántas veces haya que hacer el ejercicio para desterrar al demonio lo más rápido y lejos posible, que te hace falta querido.

MAREÑA dijo...

Bueno, la verdad yo soy fan del día de la amistad, de la madre, del padre, del hijo y del espíritu santo, y si no tenía novio, pues no importaba, le daba a mis amigas y amigos un clavel, lo que ocurre es que no hay criterio para recibir detalles y menos aún si son elaborados por uno mismo, llevo varios años inculcando que el detalle tiene más valor, mi sobrino por ejemplo, no tenía dinero y se inventó un talonario, hizo él mismo los dibujos, cada hojita tenía un regalo diferente ej: un helado, arreglar la cocina, hacer hoy el almuerzo etc etc. así la persona a quien le dio el talonario escogía a su gusto.Yo tenía por costumbre regalar tarjetas personales dibujadas a mano en pinceladas, para mis amigas,era el mejor regalo según ellas, porque no las consiguen en ningún almacén, además no tengo dinero pa´tanta gente, pero hubo una que me dijo:otra vez tarjetas? pero lo que recuerdo de esta fecha con mucho agrado:mi papá, un hombre serio, que escondía debajo de la almohada del lado de mi mamá, un detalle, no un regalazo, noo, un detalle y hasta que murió a los 80 años, el detalle siempre estuvo debajo de la almohada.

Anónimo dijo...

No soy muy amiga de este día por lo comercialmente impuesto. No sé desde niña no he gustado de él. No obstante, cenamos y compartimos sin mucho gasto.

un abrazo cálido para tí y besitos sutilmente tiernos para acariciar tu alma!