martes, 20 de febrero de 2007

El riesgo insensato que asumí


Una ex novia solía decirme que yo tenía dificultad para asumir riesgos. Aunque siempre me pareció una queja exagerada, ahora ya he despejado cualquier duda que alguien pudiera albergar al respecto.
          Ayer puse en peligro mi propia vida contra todas las advertencias que la ciencia y años de civilización me hacían con dedo acusador. Fui más allá de la fría racionalidad y me dejé llevar por el impulso salvaje, irracional. Ríos de adrenalina arremetieron impetuosamente por mis venas y los millones de años de evolución reflejados en mi cerebro fueron el escenario de una batalla titánica entre la lógica y la pasión. Si fuera vikingo diría que me he ganado un lugar en el Valhalla; si fuera Klingon ya tendría un pie puesto en el StoVoKor donde mis antepasados observaron orgullosos cómo reuní el valor para asumir el riesgo.
          Ya veo venir, estoy seguro, a la banda de Death Metal Stovokor con canciones épicas y gestas heroicas escritas en mi nombre por haber tomado el riesgo, mirado con desprecio la advertencia que se interponía entre mis ansias y el objeto de mi deseo. Sólo espero que mis acciones no inspiren a otros a hacer o mismo; no podría vivir con el cargo de conciencia si algo malo llegara a pasarles por imitarme y no salir tan bien librados. Lo cierto es que después de lo que pasé, ya el temor no anida en mi corazón. Pero es que no podía permitir que una fecha de vencimiento de antier se interpusiera entre la arepa con queso del desayuno y la mantequilla que la haría inolvidable.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Bobo o como dirías tú, zoquete, me tocó leer la entrada dos veces para entenderla y creo haberlo logrado sólo por estar muy enterada del contexto.
Yo pensé que te había cuasi-pasado algo realmente grave. :P
Estuvo más enredada que la que subí hoy ami bita.

Anónimo dijo...

LOL

Qué buen artículo Andres! El desenlace fué genial.

Lanark dijo...

Jajaja ¡excelente tu zambullida en el reino de lo instintivo! El preámbulo anunciaba algo grande, y lo bueno es que fue grande en un sentido que el lector no espera.

A mi, personalmente, no me cabe duda de que nuestros ancestros debieron ser carroñeros por algunos miles de generaciones. Hoy en día pocos conservamos la tendencia a comer basura, que compartimos con nuestros más honestos compañeros de evolución: los perrros.

mileruiz dijo...

PLOP! que suspenso!. No sabia que una arepa con queso podria ser tan interesante :)

WULKAN dijo...

Juas.......que risa tan Hp.....deverdad que la arepa con queso si lo hace a uno arriezgar lo que sea....aunque yo creo que ganarìa màs la empanada con ajì.....

Anónimo dijo...

Jajajajaja muy buena entrada y demostraste que tu novia NO tenía la razón

El Marqués de Carabás dijo...

"Y al final, todo era un sueño...".

Zoquete...

César López dijo...

Meza, bacano por vos. Dale loco, LOCO MEZA, hacé lo que vos sabés hacer. Al final te importa poco lo que piensen lo demás, me gustaría seguirte.

Anónimo dijo...

JAJAJAJAJAJ, muy chévere, que buen desenlace, definitivamente utilizaste muy bien el juego de palabras. FELICITACIONES.

Peter P@n dijo...

Ya quisieran muchos... ya quisiera yo asumir tales niveles de riesgo. Caso como para invitar a Pirry a ver si se le mide. ;)

Saludos!!!

Anónimo dijo...

Yo diría que no es primera vez... yo doy fé de las osadas maniobras del temerario imperio verde.

Bueno, ya hablando eserio, un día de éstos nos tiramos en bungee =)

Anónimo dijo...

jaja Andrés !!! que cuento tan creativo, me mantuviste en suspenso, casi no aguanto las ganas de llamarte antes de terminar de leer para saber si habías salido bien librado de ese peligro horrible en que estuviste metido !!! jajjaa, me encanto !!! “

Anónimo dijo...

Que buena reflexión sobre el riesgo... pero que pasa con aquellos que la adrenalina se impone ante la fecha de vencimiento, ante la razón no dada, el amor no permitido???? El instinto, el riesgo, la locura, la percepción, los sentidos evocan paisajes desconocidos, teorías no probadas, telas no cortadas... que encanto encontrarlo en una arepa, una mirada, un latido...

Anónimo dijo...

Me sonrío con tu ocurrencia, pero si de principio te supe rico, no problema, las fechas de vencimiento tienen un margen de acuerdo al buen tratamiento que se le haya dado al producto. No obstante, no me arriesgo, prefiero estar tranquila.
¡Prueba superada!
Otro saludito lindo hoy domingo, tarde con algodoncitos blancos por mi Medellín.