sábado, 6 de mayo de 2006

Mi atracción por las estrellas

Cuando era niño tenía la costumbre de jugar en la cuadra frente a mi casa hasta después de que caía la noche. Cuando todos mis amigos eran arrastrados de la oreja por sus mamás y me queda solo sentado en un andén esperando a que me llegara el turno, era muy común que mirara hacia el cielo nocturno. Me intrigaba que el cielo gris oscuro escondiera algo como las estrellas, que ellas existieran (lo sabía porque las había visto en televisión y en enciclopedias) aunque yo no pudiera verlas.
          El hecho de que por primera vez supiera de algo que estuviera tan irremediablemente por fuera de mi alcance me hizo desear alcanzar las estrellas. Todo lo relacionado con ellas me resultaba fascinante, por lo que irremediablemente acabé enganchado en las series de ciencia ficción que mostraban seres humanos navegando entre ellas. Pasé de la muy ingenua Sankuokai (igualitica en producción a los Power Rangers de hoy) hasta las muy adultas Viaje a las Estrellas (Star Trek) y Galáctica (Battlestar Gallactica).
          Ya en la universidad tuve la oportunidad de escuchar de boca del capitán Jean Luc Picard el que sigue siendo mi sueño pendiente por realizar: ver desde su órbita a mi propio planeta en medio de las estrellas. Él lo recordó como el momento más sublime de su vida en Insurrección (Star Trek: Insurrection), pero de alguna forma lo revisitó para su amiga Lily en Primer Contacto (Star Trek: First Contact) cuando le muestra La Tierra tal y como se ve desde el espacio. Este momento también fue mágico para mí porque al igual que Lily, con los sentidos percibo que nuestro planeta es enorme, pero con la intuición sé que más bien nos parece así porque somos demasiado pequeños y temerosos. Me gusta pensar que cuando decidimos perseguir nuestros sueños más allá de las estrellas el solo esfuerzo nos permite ser un poquito más grandes.
          En Primer Contacto Lily es la asociada del Dr. Zephram Cocrane, el científico e ingeniero responsable del "Fénix" la primera nave de propulsión Warp de la humanidad, que es precisamente el primer eslabón en la cadena que le abriría la galaxia a los humanos en el universo fantástico de Viaje a las Estrellas. Lo que me parecía extremadamente simbólico de esta película es que la "Fénix", la que en retrospectiva sería vista como la que trajo esperanza a un mundo empequeñecido por la guerra, paradójicamente fuera una nave diminuta montada sobre lo que solía ser un misil usado para lanzar bombas nucleares.
          Este detalle hizo que me emocionara mucho la historia aparecida en El Clavo 22, donde se cuenta la experiencia del grupo que va a lanzar el primer picosatélite colombiano a bordo de una nave impulsada por lo que solía ser el transporte de bombas nucleares: el cohete ruso Dnepr. Esto me hace pensar que mirar hacia las estrellas sí puede movernos a hacer cosas más allá de lo ordinario, de superar nuestras limitaciones y, como en este caso particular, trabajar para hacer realidad lo que no aún no hemos visto pero que la pasión y la intuición nos gritan que es posible.
          Todavía recuerdo que al final de mi infancia me llevaron al médico y me diagnosticaron una miopía aterradora, que aplastó como a una cucaracha mi sueño de ser piloto de naves espaciales. Pero gracias a ese diagnóstico fue que me recetaron las gafas culo-de-botella que me permitieron ver por fin lo que todos los demás veían. Alcé la vista hacia el cielo nocturno que hasta entonces creía gris oscuro para ver con mis propios ojos un cielo profundamente negro tachonado de las brillantes estrellas de las que siempre había sabido.

8 comentarios:

Andrés David dijo...

Mi atracción por las estrellas también es antigua. En estos momentos mis favoritas son Natalie Portman, Charlize Theron y Nicole Kidman.

Bien.

Después del GIGAPUSH que me merezco por semejante chiste les paso este vínculo sobre Gary McKinnon un hacker inglés que entró a la NASA hace unos años y ahora espera su extradición a Estados Unidos. ¿Qué tiene que ver con el tema? Pues que argumenta haber encontrado pruebas de tecnología extraterrestre durante el par de años que estuvo andando por ahí.

Para cerrar, no es cuestión de espacio, no es cuestión de cantidad, no es cuestión de economía. Es cuestión de frontera, de límites que superar. Eso es lo que nos lleva más allá y nos hace crecer. Eso representa el espacio. Otra frontera.

PD: Me aguante las ñoñas ganas de decir la frontera final. Ja.

Antonio E. dijo...

Muy interesante tu prespectiva acerca de las estrellas...

Lo que comparto totalmente es la frustración de no poder muchas cosas que los demás si veían, todo gracias a una enfermedad hereditaria, a mi tambien me sucedió, pero bueno lo importante es que los avances en la medicina nos permiten a personas como nosotros percibir nuevamente nuestro entorno a través de la vista.

Juan Lorza dijo...

muy bacano andres, hace como dos años estuve en un sitio que se llama San Jose del Palmar en el Choco, en ese lugar vi una de las noches mas estrelladas que haya visto, es una imagen que nunca se me olvida...........Andrés vos te viste: alcanzar una estrella!!!!

Daniel dijo...

Que chimba las estrellas, es muy emocionante cuando uno se concentra en ellas y empieza a imaginarse las infinitas posibilidades que hay alrededor de ellas.

Nunca he sido fan de las séries que nombras pero lo poco que he visto es muy bacano, no solo por la producción en sí sino por los ideales y las pasiones que hay detrás de esas historias.

César López dijo...

La otra vez estaba en Chinauta con los de El Clavo en uno de los tantos seminarios de liderazgo que organiza la PUJ. Recuerdo que un man nos explicaba todo acerca de las estrellas, cuando entonces pasa una viejota y todos los manes la vimos y mientras tanto el man grita: ¿La vieron? - y nosostros sí, estaba !buenísima! Entonces este tipo dice: "En mis 15 años de aficionado, es la primera vez que veo tantas estrellas fugaces juntas". Nosotros obviamente dijimos que claro, que lo máximo, que qué chimba...

Qué pesar. Por un culo no ví las estrellas fugaces. Pero qué culo...

Anónimo dijo...

CUANDO YO QUIERO MIRAR A LAS ESTRELLAS ME FUMO UN PORRO... CREO QUE TENDRÉ UNA CENSAS ION MAS ENIGMÁTICA... CLARO... ME ACORDARE DE AQUELLAS SENSACIONES DE CUANDO SOÑABA DESPIERTO EN EL JARDÍN DE MI CASA CUANDO ERA NIÑO... SER ASTRONAUTA.

rafico dijo...

Cada uno tiene su pulsión, la tuya el cielo, la mía el campo.
A veces siento que la argamasa de sucesos en la que estamos inmersos, tiene vida propia, y es poco lo que podemos controlar.
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Una vez miré una estrella y entendí la dualidad onda partícula de los electrones, me explico:
Pensé como la luz de esa estrella, había viajado tanto, para desencadenar en una reflexión, poética o no en realidad no importa, lo que importaba es que generaba un sentimiento, una acción reflexiva Cómo se parametriza ello?
Bueno la luz además de chocar contra mis retinas, se estaba transformando en algo más.

PD
(No me hagas caso, a veces divago más que lo que pueda aportar)
Un abrazo, hasta pronto.

Maria Yenai dijo...

Recuerdo una noche viajando en bus por el Valle, saqué la cabeza por la ventana y no me importó ni el viento del bus a casi 100 km/h ni que una rama de un árbol me fuera a dejar su cicatriz, pues al mirar al cielo y encontrarme con las estrellas que sabía que ahí estaban, pero que por la luz de la ciudad y la continua contaminación no podía ver, en este caso no podía parpadear... el cielo (estrellas, planetas, cometas, meteoros, arcoiris, auroras boreales, etc.) y la música, son capaces de transportar y transformar la realidad terrenal y limitada del ser humano, pero eso es lo increíble de ser Ser Humano, el sentir su trascendencia.