domingo, 24 de agosto de 2008

¡Prohibido beber en la calle!

Para los que no sabían, desde el año pasado hay una ley (Decreto 0352 de junio de 2007) que prohíbe la venta y consumo de licor en la vía pública (eso incluye andenes, calles y parques) en Cali.

El ideal

Personalmente, creo que la medida se queda corta y que de una vez deberíamos implantar la Sharia o ley musulmana que, entre otras cosas,  prohíbe el consumo de licor (en todas partes) y que las mujeres sean vistas en público sin la burka que les tapa todo menos los ojos. Estoy seguro que habría una caída radical en las estadísticas de muertos por riñas de borrachos, en las que el primero le da un botellazo al segundo que le estaba mirando de más a la novia. También bajarían  las estadísticas de muertos en accidentes de tránsito causados por conductores ebrios, porque el que quiera beber lo hará escondidito en su casa sin arriesgarse a dar papaya en la calle. Y hablando de papaya, al prohibirse el consumo de licor, los bares, estancos y discotecas se verían en la necesidad de ofrecer bebidas y cocteles sin licor, lo que dispararía el consumo de papayas, naranjas, lulos y hasta de Pony Malta, que sería lo más parecido a una cerveza a lo que la gente podría acceder. Por otro lado, la función social del trago como “embellecedor” tampoco sería necesaria porque con la burka todas las mujeres serían iguales y los tipos le caerían igual a una fea que a una bonita, fijándose más en lo que ellas dicen que en cómo lucen. Por el lado de las mujeres, sin trago que les embolate el criterio, no caerían tan fácilmente ante el baboso que les está endulzando el oído sólo para follárselas. Así también caerían estrepitosamente las estadísticas de embarazos no deseados en adolescentes. Un mundo ideal, ¿no?

(Foto tomada del International Society for Human Rights)

Pues ese escenario me trama en lo personal porque yo no necesito beber para pasarla rico en una reunión o una rumba, tampoco fumo ni manejo, así que la prohibición no me afecta en lo más mínimo. Los dueños de bares y discotecas tampoco se van a enojar con esa ley porque les quita la competencia de estancos y tiendas de barrio y les garantiza monopolio en el consumo de licor durante las noches de rumba. Los que tienen para pagar el cover de una discoteca y no bajan de botella de tequila o de whiskey tampoco se van a ver afectados, así que tampoco van a protestar. Sin embargo, hay que pensar más allá de las conveniencias personales y mirar a la sociedad en su conjunto, que es a la que afectan leyes como el decreto 0352.

Implicaciones de la Ley

Según la Secretaría de Gobierno, Convivencia y Seguridad Ciudadana Municipal, el objetivo de la prohibición es disminuir el índice de homicidios, lesiones personales y accidentes en la ciudad. ¿Y por qué con esta ley y no de otra forma? Hasta donde entiendo, uno de los detonantes fue que más de un irresponsable parquea su carro en la calle, abre las puertas, pone su reggaetón a todo volumen y se empuja varias botellas de licor, con el consiguiente caos vehicular y molestia para los vecinos.

Yo me pregunto si una prohibición será la solución. Ya sabemos lo que pasó en Estados Unidos con la prohibición del licor en la década de 1920, lo que pasa en las grandes ciudades de países sometidos a la Sharia: estimula el florecimiento de mercados negros que no pagan impuestos y generan corrupción en los agentes encargados de perseguirlos, pero no logran que la gente deje de beber. Es algo así como querer bajarle la fiebre a un enfermo con duchas frías en lugar de atacar la infección que le está causando la fiebre. Obvio que hay casos extremos en los cuales hay que acudir a la ducha fría para controlar el síntoma, pero siempre en combinación con un antibiótico que ataque la causa. Y creo que esto último es justamente lo que no está contemplando el decreto, porque el problema es que LA GENTE NO SABE BEBER y no veo que esa ley esté haciendo algo para solucionarlo.

No me parece bien que para frenar los excesos de los degenerados que se embrutecen con aguardiente o ron tengan que castigar también a los jóvenes mayores de 18 años que se toman unas cervezas con los amigos responsablemente. Además prohibiendo lo único que logran es que la gente busque la forma de no dejarse pillar bebiendo el licor que ahora se les hace más atractivo justamente porque se lo prohibieron. ¿O es que acaso no se acuerdan de cuando eran niños? A los niños (y yo creería que también a los adultos) se los educa con normas y límites, pero no con prohibiciones.

Opciones

En ese sentido me encanta la Ley Zanahoria, que no PROHIBE que la gente beba y rumbée, pero sí le pone un LÍMITE para controlar los excesos. Y claro, no faltará el que seguirá bebiendo en su casa o en Juanchito después de que lo echaron del bar o la discoteca, pero son muchos más los que paran de beber ahí y se van a comer… una hamburguesa. Tampoco se le PROHIBE a la gente que use celular, pero sí le pone un LÍMITE a su uso en teatros y salones de clase. Y por lo general la gente responde mejor que si se lo prohibieran absolutamente. Creo que ese es la forma adecuada de tratar con adultos en lugar de sólo prohibir, que seguramente luce muy bien en los boletines de prensa pero tengo mis dudas sobre qué tan efectiva será para evitar el abuso en el consumo de licor.